Cuando Dios se Difumina


¿De verdad se interesa Dios por usted?
¿Cómo es Dios? ¿Tiene nombre?
¿Es posible acercarse a él?

En muchos casos, ¿por qué es bueno hacer preguntas?

¿SE HA fijado en la cantidad de preguntas que hacen los niños? Muchos comienzan en cuanto aprenden a hablar. Con ojos curiosos y bien abiertos miran a uno y le dicen: “¿Por qué el cielo es azul?”, “¿De qué están hechas las estrellas?” o “¿Quién enseñó a cantar a los pájaros?”. Sin importar cuánto nos esforcemos por contestarles, a veces nos vemos en aprietos. En realidad, hasta la mejor respuesta puede llevar a esta otra pregunta: “¿Y por qué?”.


Los niños no son los únicos que tienen la costumbre de preguntar. A medida que crecemos, seguimos haciendo preguntas, tal vez para saber cómo se llega a un sitio, para evitar algún peligro o por simple curiosidad. Pero parece que mucha gente deja de hacer ciertas preguntas, especialmente las más importantes. O por lo menos, deja de buscar las respuestas.


¿Por qué dejan muchas personas de buscar las respuestas a las preguntas más importantes?


Piense en la pregunta de la portada de este libro, así como en las que aparecen en el prólogo y al principio de este capítulo. Esas son algunas de las preguntas más importantes que se pueden hacer. Sin embargo, mucha gente ha dejado de buscar las respuestas. ¿Por qué? ¿Será posible encontrarlas en la Biblia? A algunas personas les parece que las respuestas que da la Biblia son muy complicadas. Otras no se atreven a preguntar por miedo a quedar avergonzadas. Y hay quienes creen que esas cuestiones es mejor dejárselas a los líderes y maestros religiosos. ¿Qué opina usted?


¿Cuáles son algunas de las preguntas más importantes que podemos hacernos, y por qué debemos buscar las respuestas?

Seguramente, usted desea conocer la respuesta a las grandes cuestiones de la vida. A veces quizá se haga estas preguntas: “¿Para qué hemos venido al mundo? ¿Es esta vida todo lo que hay? ¿Cómo es Dios?”. Hace bien en pensar en estos temas, y es importante que no se dé por vencido hasta encontrar respuestas claras y confiables. Jesucristo, conocido por ser un gran maestro, dijo: “Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá” (Mateo 7:7).


Si usted ‘sigue buscando’ las respuestas a las preguntas importantes, comprobará que vale la pena el esfuerzo (Proverbios 2:1-5). A pesar de lo que otras personas le hayan podido decir, esas respuestas existen y están a su alcance. Se encuentran en la Biblia y no son complicadas. Lo que es mejor, nos dan esperanza y alegría, y nos permiten tener una vida feliz incluso en la actualidad. Empecemos con una pregunta que inquieta a mucha gente.

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